Las divisas de Europa del Este han tenido un comportamiento mixto desde principios de año. El florín húngaro y la corona checa se han apreciado, la cotización del zloty polaco prácticamente no ha variado en lo que va de año y el leu rumano se ha debilitado.
El rumbo que han tomado estos movimientos y, en la mayoría de los casos, los tipos de cambio reales frente al euro (el punto de referencia para las monedas de estos países) se han ajustado bastante a nuestras previsiones.
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Hungría, República Checa y Polonia tienen cuentas corrientes equilibradas o positivas, lo que creemos que debería favorecer una apreciación de sus monedas. |